¿Destino? Turismo inclusivo

El turismo es un derecho, pero también una oportunidad de negocio. Se estima que el peso del Producto Interior Bruto (PIB) asociado al turismo descenderá este año entre un 1,4 y un 2,3%. Con esta realidad, España se enfrenta al reto de fortalecer y transformar su modelo turístico actual, con el objetivo de ser más competitivos, impulsar su modernización y tener en cuenta la diversidad social existente.

Por
María José García
El turismo inclusivo engloba multitud de actividades para el disfrute de todas las personas

La crisis sanitaria de la COVID-19 ha generado un antes y un después en la forma de vida de la ciudadanía. El disfrute del ocio se vio estrictamente coartado por precisas medidas de confinamiento y aún hoy se sigue trabajando en su resurgimiento y potenciación. La sociedad en su conjunto no pudo disfrutar de actividades como la práctica del turismo. Una situación que paradójicamente se asemeja a la que viven a diario gran parte de las personas con discapacidad.

La Constitución Española en su artículo 43.3 cita que los poderes públicos “facilitarán la adecuada utilización del ocio”. Del mismo modo, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce “la importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural”. Su artículo 30 incluye el derecho de las personas con discapacidad a participar en igualdad de condiciones con las demás, en la vida cultural, como también en “actividades recreativas, de esparcimiento y deportivas”, y tener acceso a los servicios que ofrecen estas actividades.

Amparados en todo este marco legal, COCEMFE defiende el derecho de las personas con discapacidad a poder disfrutar del turismo en igualdad de oportunidades, como y junto al resto de la ciudadanía. Sin embargo, todo este paraguas legal parece invertirse cuando aterrizamos en la realidad de este grupo social. “Nos topamos con la inaccesibilidad en toda la cadena que se genera en torno al turismo, desde la problemática a la hora de encontrar destinos accesibles, hasta el propio alojamiento, pasando por el medio de transporte y el acceso a restauración, monumentos, entornos naturales y cultura en general”, explica Álvaro García, persona beneficiaria del Programa de Vacaciones de COCEMFE. Impresión que comparte también María Teresa Mata, usuaria de silla de ruedas desde hace doce años. “Al final es cuestión de echarle valor e ir buscando alternativas cuando estás allí. Si la cama es baja, pones una almohada. Si no hay ducha amplia, prescindes de ella y te aseas de otro modo”.

José Emilio Pereida, quien también ha participado en las vacaciones de COCEMFE, resalta que “el personal profesional del sector del turismo utiliza la buena voluntad más que la formación en la materia como tal, por ejemplo, hay sitios accesibles en su interior a los que no podemos entrar por su inaccesibilidad. Es una auténtica incoherencia”.REPORTAJES

Quiero tener las mismas oportunidades que el resto de personas

Otro hándicap al viajar es la economía. “Los alojamientos adaptados, sean hoteles o apartamentos, suelen ser más caros. Pareciera que las personas con discapacidad tuviésemos más poder adquisitivo, y lo único que demandamos son habitaciones y aseos dotados de mayor amplitud”, argumenta Tomasa Rodríguez, que viaja con su silla de ruedas desde niña.

Una demanda de condiciones que, como comenta Sara López, con un grado de discapacidad del 91% consecuencia de un accidente de tráfico, “redunda en todos, pues somos una población cada vez más envejecida”.

Turismo inclusivo & turismo accesible

Turismo accesible e inclusivo no son un mismo concepto. Sin embargo, el potenciar el primero complementa a la consecución del segundo. El turismo accesible garantiza que tanto destinos turísticos, como productos y servicios sean accesibles para todas las personas, independientemente de sus limitaciones físicas, discapacidad o edad. Mientras, el turismo inclusivo persigue la igualdad de oportunidades de todas las personas para disfrutar de la actividad turística. “El turismo es un derecho de todos y no un privilegio. Quiero tener las mismas oportunidades que el resto de personas y que la sociedad no me impida más de lo que ya me limitan mis propias circunstancias”, añade Rodríguez.

Según la Secretaría de Estado de Turismo, este año se estima un 45% del volumen de turistas, respecto a 2019. “Con estas expectativas, esperamos que el sector turístico pueda recuperar gradualmente el ritmo de actividad previo a la pandemia a medio plazo, pero la prudencia sigue imperando”, expone Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo. Con estos datos, el sector turístico se afana por recuperar la confianza de la ciudadanía. “Fuimos uno de los primeros países en desarrollar protocolos de seguridad y protección en todos sus segmentos turísticos”, indica Valdés. “El turismo es una actividad que se puede desarrollar con normalidad en el momento actual siguiendo los protocolos establecidos”, recalca. Estas circunstancias son además un excelente caldo de cultivo para fortalecer y transformar el modelo turístico actual, con el objetivo de hacerlo más competitivo, impulsando su modernización y teniendo en cuenta la diversidad existente. “La accesibilidad es fundamental en una estrategia socialmente sostenible en el sector turístico y no sólo en el aspecto social, sino también en el económico”, señala Valdés. “La gran mayoría de personas con discapacidad viajan acompañadas, realizan estancias más largas, su porcentaje de gasto es superior y el nivel de fidelidad excepcional. En muchos casos, tienen mayor disponibilidad de tiempo, con posibilidad de desplazamientos en temporada baja, contribuyendo así a reducir la estacionalidad de algunos destinos. Es un colectivo que puede contribuir de manera fundamental a la recuperación del sector y a la consolidación de un turismo de calidad”, concluye.

Para Mercedes Tejero, gerente de la Confederación Española de Agencias de Viaje (CEAV), en lo referente al nicho de mercado de las personas con discapacidad, las agencias de viajes pueden tramitar no sólo la elección y contratación de destinos y hoteles adaptados, sino también servicios como el transporte adaptado, asistencia en aeropuertos o estaciones, alquiler de equipamiento adaptado en destino… No obstante, aún se precisa una formación continua de los/as agentes de viajes en este tema. “Una buena medida sería organizar jornadas de formación con el Movimiento Asociativo para formar a las agencias en turismo inclusivo. Un espacio donde puedan exponer los principales problemas con los que se encuentran a la hora de viajar. De este modo, los agentes de viajes podrían especializarse y mejorar su función como asesores”.

Toda la oferta turística debería estar disponible para las personas con discapacidad

En este sentido, COCEMFE ejecuta acciones de prospección y análisis para conocer la situación de la accesibilidad universal del turismo en España y divulgarla, a través de guías y el Observatorio de Turismo Inclusivo. Asimismo, proporciona asesoramiento no sólo a personas con discapacidad y su Movimiento Asociativo, sino también a las administraciones y las empresas privadas. “Hace falta concienciar más al sector turístico español y que sea formado en la materia, que haya una mayor homologación a nivel nacional para facilitar la disponibilidad de información, que se realicen estudios sobre el estado de la accesibilidad turística en todo el país y, en definitiva, que la misma oferta que tiene toda la población para irse de vacaciones, esté también disponible para las personas con discapacidad”, subraya Jorge Donaire, responsable del Área de Accesibilidad y Vida Independiente de COCEMFE.

Vacaciones COCEMFE

Por todo esto, desde hace 35 años, COCEMFE desarrolla un Programa de Vacaciones, que facilita unas vacaciones accesibles y subvencionadas a las personas con discapacidad física y orgánica que encuentran más dificultades para viajar, en igualdad de condiciones, ya sea por tener reducidos ingresos o un elevado grado de discapacidad, potenciando así su inclusión y autonomía.

“Concretamente para este mes de septiembre, disponemos de varios destinos de playa e interior en diferentes provincias: Girona, Murcia, Asturias, Huelva, Murcia, Tarragona, Sevilla, Granada, Alicante, Castellón, Cádiz, etc.”, informa Jorge Donaire, resaltando que también se ha elaborado un protocolo de viajes con medidas dirigidas a minimizar las posibilidades de contagio por la COVID-19.

El reconocimiento del ocio como un derecho pone de manifiesto su importancia para el bienestar de las personas, es por ello que las actividades turísticas deberían respetar la igualdad y promover los derechos humanos, en particular, los de los grupos de población más vulnerables. Las personas con discapacidad necesitan de unas garantías en materia de accesibilidad para lograr esa igualdad. El amparo legal y la intencionalidad ya existen, toca aunar esfuerzos para hacerlos realidad.

 

Imagen eliminada.
Dos personas usuarias del Programa de Vacaciones de COCEMFE

 

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